Hace poco más de un año, un 12 de Septiembre nos juntamos apenas 60 aficionados con la desesperanza por bandera. Ante nosotros un proyecto de dudosa viabilidad, un sueño imposible de conseguir porque Murcia no era Inglaterra, pero dos sentimientos nos unían a todos, el amor y el odio.
Amor por nuestro equipo, nuestro Ciudad de Murcia. Odio al fútbol, al fútbol negocio.
Ahora somos cientos, todos dueños de nuestro Club, queríamos un cambio verdadero y para conseguirlo hemos decidido caminar distinto. Somos los últimos en dinero, pero los primeros en dignidad. Nuestro equipo competirá en el Grupo II de 2ª Regional, pero nuestra fidelidad es digna de afición de Primera División, esa categoría a la que se le conoce ahora como BBVA, ese es su fútbol, no el nuestro.
El negocio es su fútbol, nuestro fútbol es para y por los aficionados. No hay mecenas, y tampoco mercenarios. La dignidad ha encontrado un hueco en un pequeño equipo, y ha invitado a la pasión y la fidelidad a unirse con ella, porque juntos cambiaremos el fútbol, un fútbol que ha de ser popular, crítico y social, al menos así siempre fue su proyecto histórico, aquella utopía a la que estamos dando forma y con la que fantasea cada aficionado sentado en su asiento de plástico.
Esto es fútbol obrero, de cultura de masas, donde el aficionado no es un elemento recaudatorio sino el gestor y propietario del Club de sus amores. Ya no hay anhelos, no hay vergüenza, nuestro equipo es nuestro y democrático, y eso, en este país de mierda, somos los únicos en poder decirlo con orgullo.
Y ya ha llegado el día, este domingo 25 de Septiembre, a las 18 horas es el debut. Sin duda, la suerte no ha estado de nuestro lado, es el desplazamiento más largo de la temporada, pero llevamos un año trabajando para ver nuestro sueño hecho realidad. Esto es sólo es principio, pero ¿te lo vas a perder? Seguro que no, cuando salga nuestro once al césped, gritarás con orgullo; yo soy del Ciudad.
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