martes, 17 de febrero de 2009

La educación pública contra la UCAM

El Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia (UMU) ha pedido a la Comunidad Autónoma "la denuncia inmediata de los convenios suscritos entre el Servicio Murciano de Salud y la Universidad Católica San Antonio" por considerarlos "lesivos" para la sociedad.

En un comunicado hecho público hoy, la UMU indica que estos acuerdos firmados para la docencia e investigación en Medicina y Cirugía "resultan lesivos para los intereses de la sociedad murciana y de la UMU, además de que pueden suponer una repetición de los problemas que desde hace unos años sufren nuestros alumnos de Enfermería". Y añade que "los alumnos de esta titulación han denunciado en reiteradas ocasiones los privilegios, y consiguientes perjuicios para ellos, de que gozan los estudiantes de la universidad privada en el uso de bienes y servicios públicos como consecuencia de la firma de convenios similares con la UCAM".

Afirma el Consejo de Gobierno que "la facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, ante la demanda de formación de profesionales, ha respondido incrementando en los últimos tres años el número de alumnos de nuevo ingreso, aumento que ha supuesto prácticamente la duplicación de dicho centro".

Se indica asimismo que "la formación de médicos requiere del concurso de las instituciones sanitarias de la Región, de tal manera que la práctica totalidad de los recursos clínicos del Servicio Murciano de Salud están a disposición de la formación práctica de los alumnos de la Universidad de Murcia".

"Esto se ha hecho, continúa el comunicado, porque la formación de estos estudiantes exige de un número mínimo de camas clínicas para sus enseñanzas prácticas; así, el Servicio Murciano de Salud ha ofertado unas 2.100 camas para la docencia posgraduada de los estudiantes de Medicina, todas ellas necesarias para cumplir con los compromisos de ampliación de plazas aludidos antes".

La UMU considera que "la firma del convenio de colaboración para la docencia e investigación con la UCAM responde a criterios de oportunidad y tiene como finalidad facilitar a la universidad privada la verificación por la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la titulación de Medicina".

El Consejo de Gobierno señala, por otro lado, que "la mayor reprobación que se puede realizar a este convenio es que el Servicio Murciano de Salud cede todas las instalaciones y el personal de los centros concertados para impartir docencia clínica y práctica a los alumnos de una facultad de Medicina inexistente, para que cursen un plan de estudios desconocido".

En opinión de la UMU, el acuerdo suscrito con la Universidad Católica "San Antonio" "presenta graves defectos legales, algunos de los cuales pueden resultar determinantes de su nulidad radical", y de los que apuntan el de no haber sido firmado por órgano competente, entre otros.

Declaración institucional del Consejo de Gobierno ante el convenio de colaboración entre el Servicio Murciano de Salud y la UCAM (16-02-09)

Ante las noticias aparecidas recientemente sobre la firma de un convenio entre el Servicio Murciano de Salud y la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), para la docencia e investigación en medicina y cirugía, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia quiere manifestar su repulsa hacia el mismo por considerar que resulta lesivo para los intereses de la sociedad murciana y de su Universidad. Asimismo, consideramos que puede suponer una repetición de los problemas que desde hace unos años vienen sufriendo los alumnos de enfermería de nuestra Universidad, los cuales en reiteradas ocasiones han denunciado los privilegios, y consiguientes perjuicios para ellos, de que gozan los alumnos de la Universidad privada en el uso de bienes y servicios públicos, como consecuencia de la firma de convenios similares con la UCAM.

La Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, ante la demanda de formación de profesionales de la medicina, ha respondido incrementando en los últimos tres años el número de alumnos de nuevo ingreso, aumento que ha supuesto prácticamente la duplicación de dicha facultad de Medicina. La formación de médicos requiere del concurso de las instituciones sanitarias de la región, de tal manera que la práctica totalidad de los recursos clínicos del Servicio Murciano de Salud están a la disposición de la formación práctica de los alumnos de la Universidad de Murcia. Esto se ha hecho porque la formación de estos estudiantes exige de un número mínimo de camas clínicas (una cifra adecuada sería de 5 por alumno según criterios de la Organización Mundial de la Salud) para sus enseñanzas prácticas; así, el Servicio Murciano de Salud ha ofertado unas 2.100 camas para la docencia pregraduada de los estudiantes de Medicina, todas ellas necesarias para cumplir con los compromisos de ampliación del número de plazas en la facultad de Medicina de la Universidad de Murcia aludido anteriormente.

De esta suerte, los mencionados convenios entre el Servicio Murciano de Salud y la UCAM suponen un sensible límite a las posibilidades de la Universidad de Murcia, pudiendo obligar a que ésta tenga que ajustar el número de alumnos de nuevo ingreso para mantener los actuales parámetros de calidad. Asimismo, estos convenios resultan gravemente lesivos para los intereses de los estudiantes de la Universidad de Murcia, ya que obligarían a aumentar el número de alumnos por cama clínica, con el consiguiente detrimento en su formación. Tal situación constituiría un fraude social al restringir las expectativas de la sociedad murciana que anhela una formación de calidad para sus graduados universitarios.

A mayor abundamiento, consideramos que la firma del convenio de colaboración para la docencia e investigación en medicina y cirugía con la UCAM responde a criterios de oportunidad y tiene como finalidad facilitar a la Universidad privada la verificación por la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación de la Titulación de Medicina, mediante la puesta a su disposición de servicios públicos necesarios para la Universidad de Murcia. Ello, además, se encuentra en abierta contradicción con reiteradas declaraciones de nuestros dirigentes políticos señalando que se exigiría a la UCAM una clínica universitaria privada como requisito ineludible para la implantación de la Titulación de Medicina. Ahora bien, la mayor reprobación que se puede realizar a este convenio es que el Servicio Murciano de Salud cede todas las instalaciones y el personal de los centros concertados para impartir docencia clínica y práctica a los alumnos de una Facultad de Medicina inexistente, para que cursen un plan de estudios desconocido, y comprometiéndose a prestaciones incompatibles con los convenios firmados con la Universidad pública, hasta el punto que su aplicación podría obligar a un profesor de la Universidad de Murcia a dar clase a alumnos de la UCAM.

A todo ello hay que añadir que el mencionado convenio presenta graves defectos legales, algunos de los cuales pueden resultar determinantes de su nulidad radical. En concreto, y sin haber realizado todavía un riguroso análisis jurídico del texto, indicar que el convenio no ha sido firmado por órgano competente, atribuye la titularidad de la Universidad privada de forma contraria a lo acordado por el Gobierno Regional, crea la figura del profesor adscrito para los profesionales del Servicio Murciano de Salud en contradicción con el ordenamiento jurídico…

La Universidad de Murcia quiere mantener la larga historia de colaboración con las instituciones sanitarias de nuestra Región, necesaria para poder impartir una enseñanza con categoría y rigor que hoy día se exige de nuestros profesionales, y que es responsable en último término de la extraordinaria calidad de los servicios sanitarios que se ofertan en nuestra Región. Por todo lo expuesto, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia exige de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia la denuncia inmediata de los convenios suscritos entre el Servicio Murciano de Salud y la Universidad Católica San Antonio.

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