viernes, 13 de febrero de 2009

En Difensa la Llengua Murciana

Los llingüistas han venío amoteando ar murciano como “plática e tránsito”, u equilicuá, considerándola como un arrejunte e foces en las que s’esfisan las caraiterísticas dialeutales fecinas.

Los influgios catalano-valencianos, aragoneses y’andaluces son clarianos n’er sustrato básico der murciano-castillano que se platica en la Rigión e Murcia y roales pegaícos. Pero este encajone e transitorieá que se da a la llengua murciana no se pué intrepetar como una conclusión ditreminante, ni como una rialiá llingüística cuya esistencia estuviá lemitá solicamente a l’ambito e las llenguas románicas d’alreor, poique po una parte percanzamos l’esistencia d’un parablero con componentes llingüísticos d’enantes la dominación romana y po otro, d’un juerte influgio alarbe, prencipalmente en lo tocante a la fonética, lo que le da una endividoaliá mu propia con una estrurtura iferencial y’una capaciá indiomática que le premite integrar otros sistemas dialeutales, pero en los que ya enantes han artuao fartores estrallingüísticos clarianamente autórtonos.

Justo García Soriano, en su llibro Vocabulario del dialecto murciano ice, drentr’otras cosas, en remanencia con la plática e la Rigión: «Er murciano nus ofrece una diferencia mu clariana dentre las tres categorías sociales e los dialeutos: la familiar e las presonas curtas; la vulgar, propia der proletariao e la zudiá; y la rústica, empleá po los habitantes e pueblas y campos [...] Unas breves noticias remanientes a los raijos y prencipales navegos hestóricos e l’Antiguón Raino e Murcia nus arguiudarán a tiner conocencia e los motigos, influgios y’elementos que ditreminaon la jormación e la llengua rigional murciana y’e su escarrampe y lindes jográficas.
Er territorio murciano tié presonaliá e rigión dende los tiempos ibéricos [...], d’ér hición los cartagineses er centro e su colonización y los romanos la base e sus conquistas [...] los griegos bizantinos l’amotearon Oróspeda, y’er vesigó Leovigildo jormó con’ér la previncia d’Aurariola [...] Con l’invasión e la morisma, queó costetuyendo un raino, feudatorio e Córdoba
».

José Guillén García, en su escarculle e la plática d’Origüela, menta en remanencia con esto: «La zona la Vega Baja er Segura jorma parte der dialeuto murciano». Pa este llingüista, er murciano tié su nacencia n’er mesclijo que tuvió llugar dentre’r castillano y’er catalán n’er sieglo XIII, dimpués e los Trataos d’Almizra, y difiende la tesis e qu’en la zona esistió un billingüismo, pa rematar iciendo qu’er murciano no es una arqueología dialeutal, sinós un hecho qu’hay que conservar como testimonio llingüístico e lo que se platicó y como un piazo e noestra sencia y noestra hestoria.

La profesora Karina Maistrenko e l’Universiá e Kiev, Ucrania, n’una e las prepartías ar Diccionario Popular de Nuestra Tierra, siñala: «J. Liebnits, filósofo y matemático alemán jue’r premiero en rializar un jran escarculle e cuasi toas las llenguas der mundo. P’aquella época supusió un pograma jrandioso, que po premiera ves abordaba la neseziá d’escarcullar no solicamente las llenguas antiguonas, sinós tamién las moernas, er llenguaje coloquial incluyío; éste preveyiba los fiajes p’arripiar las parablas, debujar los mapas e su escarrampe y’astudiar escarcullando las llenguas chanas. Este proyeuto preporcionó importantes risurtas en l’aciguate d’injormación concreta sobre las destintas llenguas [...] Asina, er pograma de G. Liebnits s’ha vinío artualizando y son abora mis compaeres los qu’a l’arripiar más e quince milentás e foces d’una llengua cuasi espichá han ponío una atoba más a este templo llingüístico [...] esto dimuestra que la llengua u er dialeuto murciano es una rialiá como lo es la Rigión e Murcia, con su senfinitú e colores, sus güertas ricas, sus prevocaores campos esnúos, sus telas bordás, su jrandote cielo renchío e brillantes clisos, su charrar zensillo... [...] No quio ejar e siñalar qu’er Diccionario de la Real Academia de la Lengua contié alreor e cuatrocientas parablas e raijo murciano, lo que confirma que la mentá llengua esiste, anqu’entavía no haya tinío riconocencia jormal»

Tamién en la mesma obra, Antonio Pérez Crespo añide como curiosiá, las deficurtás e comunicación, los asentamientos e los poeblos qu’iban allegando a estas tierras en llugares concretos, y que se mesclijaban con los autórtonos d’ese llugar, originó una curtura comarcalizá qu’entavía se percanza en la artualiá y que se desinúa espontáneamente en la plática.

Curiosa y’esfilusaora paice l’opinión der llingüista Alberto Simón Berdugo Toledano, qu’ice «En este risurgir e las llenguas periféricas está la murciana, en cuya jormación han partecipao jran diversiá e corribles hestóricas, enriqueciéndola y confegurándola como un mesclijo único y’e munchas provenencias [...] Er carcabulario murciano tié siñalaos rasgos mozalarbes [...] otro aspeuto der parablero murciano en er qu’he arreparao, y m’ha avisiblao una munchá, ha sío la parvá d’arcaísmos castillanos que lo conjorman, hogaño ya en desuso tanto en l’español curto como en er vulgar, pero prisentes artualmente n’er ladino. Considero esta concurrencia como un boquete po’r medio’r cualo s’apercanza una corrible e parentesco hestórico-llingüístico intre’r murciano y’er judío-español».

José María Soler García en su obra Algunas consideraciones sobre el lenguaje villenense ice: «N’er Llevante pelinsular, los romanos artuaron sobre un pose enteriquiamente ibérico, pero los íberos no son otra cosa qu’una garvanización curtural e los emprobecíos habitantes e l’Edá e Bronce... [...] Ebajo e to esta hestoria esisten rescol•los indiomáticos intierraos bajo la jrandota masa d’aluviones llingüísticos epositaos durante milentás d’añás».

Los profesores Sánchez Verdú y Martínez Torres en un artígulo prubicao n’er peróldico La Opinión de Murcia en noviembre 2002, po encomedio d’un astudio comparatigo dentre la llengua murciana y la llengua popular e Cuba siñalan unos elementos afines dentre los parableros cubano y murciano, y por escarrampe, entre las emás moas llingüísticas e l’América Latina: «Un tanto poeríamos icir e los murcianos en remanencia con su hestorio-lesicografía, que manejando con demaginación er gusilis e toas las llenguas allegás dista este Raino e Murcia, las han ido reencarruchando, mesclijando, inventando y tresjormando con l’enza d’esculcar la presición, er matiz, la majencia y la creativiá llingüística, dista costetuir un carcabulario propio y dinámico en premanente evolución. Un parablero autórtono elaborao, no con fuste en l’inorancia como munchos pritenden siñalar, sinós como preduto e l’ispiración e güertanos y campusinos, qu’han hacío brotar y’esponjar una riquisma llengua popular paralela y sursidaria ar castillano con utonomía propia más allá e lo solicamente folclórico. [...] Úrtimamente nus ha surprendío escubrir que nuestro acervo llingüístico rigional tié otro pariente prósimo: la llengua popular e Cuba. En l’añá e 1836 Esteban Pichardo Tapia prubicó er Diccionario Provincial de Voces Cubanas en la Imprenta e la Ral Marina e la zudiá e Matanzas y’en la prepartía pidía prúbica indilugencia po tratar este carcabulario cuyo rechazo presumía dende l’acaemicismo uficial. Humildá propia e to presonaje jrande y’ér, sin denguna dúa, ha dimostrao ser er llingüista e más copero no solicamente e Cuba, sinós en toa l’América Latina. En una e sus valuaciones iciba que la llengua cubana teniba un jran influgio y’estaba mu emparentá con los previncialismos d’Andalucía y Murcia. [...] Es clariana la neseziá que dende Murcia hay que emporchar un astudio más prefundo e noestro llenguaje como er mijor medio e poer espicazar ciertos felómenos, escarcullal•los y percanzal•los. L’astudio antropológico e l’encuentro entre er llenguaje coloquial campusino cubano y er e los murcianos e raijo rural qu’en otros tiempos allegaon a l’isla, ya biscando mijores horizontes alcancieros u a causa e la Guerra e 1874-1898; costetuye una estancia ineludible y valioso filón pa poer percanzar enzas d’esfilusamiento hestórico. Er mesclijo e carcabularios seculares y’er potencial creatigo qu’originan, son fartores e riconojío aprecio mundial por l’antropología y der que tinemos conocencia con la jracia e trescurturización».

Er catreático José Emilio Iniesta González, n’er númbero 21 e la refisa Cangilón, en remanencia con la llengua e l’Antiguón Raino e Murcia se custiona lo deseguío: «Er dialeuto murciano: una ¿aljamía hispano-alarbe? [...] Los alarbismos murcianos, prencipalmente los más genuinos, muestran bastante fideliá a su llengua original. Si anguno espicaza er dialeuto como un “castillano malamente platicao”, jran parte e su parablero sería, po’r contrario, un alarbe aceutablemente prenunciao. Un ejemplo: er murcianismo “alhábeba” u “alábega” no es una parabla trabiscorná der castillano “albahaca”, sinós una acople a noestra fonética e l’alarbe “alhábëqa”, tiniendo prisente qu’er fonema [q] soliba durcificarse en andalusí y zurriba como [g] suave».

N’esta línia, Alberto Sevilla en su Vocabulario Murciano ice: «N’er murciano hay munchas foces que prenunciamos sin que nus percancemos e su raijo alarbe».

1 comentario:

Sergi dijo...

Me parece muy interesante vuestro discurso y me solidarizo, siendo Valenciano y luchando por la cultura i la independencia dels Països Catalans creo que sois una esperanza más por la lucha de los pueblos oprimidos.
Salut i Revolució!
Sergi