miércoles, 3 de agosto de 2011

Un revolucionario no dimite

Podría haber vivido a cuerpo de rey siendo un médico prestigioso o ser idolatrado en directo a diario por las masas que le agradecían el triunfo de la revolución cubana y su implicación. Pero no, prefirió jugarse la vida para expandir la revolución aún sabiendo que los yanquis lo acabarían asesinando tarde o temprano. Soy tan guevarista porque aunque probablemente nunca llegue a tener ni un cuarto de su valor, es lo más cercano al hombre nuevo que el describió, el ejemplo con mayúsculas, la solidaridad hecha persona, alguien de quien acordarse cuando las tentaciones capitalistas empañan el alma.
VIVA EL CHE Y VIVA LA REVOLUCIÓN PERMANENTE
SALUD Y ACTITUD

No hay comentarios: