La Región de Murcia, señalada en los mapas europeos como uno de los lugares de menor transparencia y con destacados índices de corrupción, está pagando ahora, con la crisis, todos los desmanes. Somos la Región que peor se enfrenta a la crisis, la Región en la que los ciudadanos son los más pobres del Estado español, a mucha distancia de la media estatal, y la Región que saldrá más tarde de la crisis. El mismo día que se conocían los peores datos para los ciudadanos murcianos, el presidente murciano decía que la Región de Murcia crecía. El crecimiento, por lo visto, lo notan muy pocos. La estupidez política de un mensaje optimista como el de Valcárcel sólo es comparable al optimismo irracional de Zapatero.

Murcia y Valencia, dos feudos populares por antonomasia, han cerrado el año con el dudoso honor de ser las regiones en las que más ha aumentado el paro: 34,44% y 33,54% y con mayor casos de corrupción política.
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