Fue secuestrado el día del Golpe de Estado Pinochetista junto a otros 600 académicos, estudiantes y funcionarios de la Universidad Técnica del Estado, tomados prisioneros por los militares golpistas iban entrando al Estadio Chile donde serían torturados y aniquilados.
El fascismo tenía que acabar con la cultura una vez más, 3.200 muertos y alrededor de 30.000 torturados y decenas de miles de exiliados, los datos de la barbarie.
5 días de tortura y secuestro acabaron con Víctor Jara, él fue con su guitarra y con sus versos el trovador de la revolución socialista del Gobierno de Allende en Chile, el crimen de Jara ser en Chile el equivalente a Federico García Lorca aquí.
Más de 12.000 personas acompañaron ayer el cortejo fúnebre de quien 36 años después de ser torturado y asesinado por los militares pudo recibir homenaje y despedida.
El juez que investiga el crimen de Jara resolvió en junio exhumar los restos del cantautor para someterlo a exámenes forenses en los que se determinó que murió por múltiples disparos después de ser torturado.
La multitud se extendía hasta el cementerio. Predominaban los jóvenes, entre ellos grupos rockeros, punkis, skins, mapuches, organizaciones gays, estudiantes, la barra Los de Abajo, hinchada antifascista de la Universidad de Chile, uno de los clubes de fútbol más populares del país, junto con ex prisioneros políticos, agrupaciones de víctimas y militantes.
Chile se lo debía a Víctor. Era un deber moral, una deuda que el pueblo tenía con él.
Descansa en Paz, desde Murcia con amor, por la revolución, memoria, dignidad y lucha de nuestros muertos.
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