(Ruben Vives, Natalia Martín, y Pedro Luengo, de Ecologistas)
Como cada verano desde 1999, Ecologistas en Acción presenta su informe de “Banderas Negras” para dar a conocer de forma pública la situación de nuestras costas, y que este año se centra en la exigencia de que se aproveche la crisis para reorientar las políticas ambientales y socioeconómicas de la costa. En el informe de 2009 hay un aumento generalizado del número de banderas negras y puntos negros concedidos en las costas del país. Concretamente se han otorgado un total de 311 Banderas Negras a lugares con una degradación ambiental alta y con grandes amenazas sobre sus ecosistemas y socio-economía, así como un total de 392 Puntos Negros a lugares con pequeños o puntuales impactos que agravan la situación.
La crisis actual, a pesar de afectar especialmente al sector urbanístico, principal motor de desnaturalización de la costa, no ha supuesto un abandono real del modelo insostenible aplicado a la costa en los últimos años. Prueba de ello son las numerosas banderas negras concedidas este año por proyectos urbanísticos. Siguen pues los procesos de desnaturalización de la costa muy por encima de la capacidad de carga del territorio costero.
Como situaciones a destacar a nivel general: la aceleración del proceso de mediterranización de la costa norte peninsular, y la redundancia del modelo en toda la costa mediterránea.
Ante esta situación de grave degradación costera, las administraciones públicas central, autonómica y local, se han empeñado en aplicar la receta de más construcción (principalmente en forma de obras públicas) como modo de generar empleo, aunque sea de mala calidad y gran temporalidad, destruyendo el patrimonio natural y contribuyendo de manera muy importante a la progresiva destrucción del propio turismo costero, según Ecologistas en Acción
Precisamente esta mala decisión ha provocado una reactivación de proyectos de macropuertos industriales y de pasajeros, que son las infraestructuras más peligrosas para el mantenimiento de un perfil costero sano.
Mientras, Ecologistas en Acción considera que se está desaprovechando una buena oportunidad para efectuar el necesario cambio de modelo, como única posibilidad para garantizar el futuro de los pueblos costeros y de la biodiversidad marina.
Por ello, este año se solicita a las administraciones competentes y a la propia sociedad, un cambio de modelo social y económico. Modelo que debe basarse en el estudio de la capacidad de carga del territorio y sus ecosistemas y, con programas de restauración ambiental y reconversión de sectores altamente depredadores como el turismo y la construcción. Además, Ecologistas en Acción, exige que se comience de forma urgente a gestionar adecuadamente el mar para proteger actividades en peligro como la pesca tradicional.
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