martes, 9 de junio de 2009

Isidro Lángara: El exiliado vasco republicano que enamoró a la Argentina


Infinidad de veces los argentinos se preguntaron: si casi la mitad de los argentinos lleva un apellido español, si su inmigración se hizo de a millones por los exiliados del franquismo y hoy su colectividad es de las más extensas, ¿por qué el Deportivo Español argentino no es el equipo más popular del país para elloa? La respuesta es sencilla: El Deportivo Español llegó tarde al reparto de hinchas republicanos españoles.

Cuando se fundó el club de la colectividad española, en 1956, los vascos, gallegos, asturianos, murcianos, etc que vivían en la Argentina (y sus descendientes) ya eran hinchas de San Lorenzo de Almagro.
La explicación de esta identificación de los republicanos españoles con el equipo del barrio porteño de Boedo no es racional. Fue un amor a primera vista que se inició hace 70 años, exactamente el 21 de mayo de 1939. Y el protagonista excluyente fue el vasco Isidro Lángara, un centrodelantero que llegaba desde México con laureles de goleador. Las noticias de su talento tenían un aval importante: en San Lorenzo ya jugaba el vasco Ángel Zubieta, quien lo había acompañado en la Selección de Euskal Herria que deslumbró en el exilio. Además, Guillermo Stábile lo había visto en Europa y le garantizó a los dirigentes sanlorencistas: "Con Lángara usted compra goles seguro".
Un barco lo traería desde México, donde había vivido unos años de su exilio, mientras su tierra vasca se desangraba por la Guerra Civil, acosada por la sombra asesina del 'Generalísimo' Francisco Franco, que quería imponer una España única, la suya, sin respetar las identidades nacionales de vascos, gallego, catalanes...
Ese domingo de otoño marcó a fuego la relación entre los republicanos españoles y San Lorenzo. Por la 10ª fecha del campeonato, River Plate visitaba el 'Gasómetro' de Avenida La Plata. Por la mañana recaló en el puerto de Buenos Aires el buque que traía a Lángara desde las costas aztecas, y a algún "desubicado" se le ocurrió proponerle jugar en un par de horas, sin tener en cuenta que venía de casi dos semanas de viaje. Pero el vasco, ansioso por reencontrarse con Zubieta, y orgulloso de ser un embajador deportivo de Euskal Herria, dijo que sí.
Los primeros 45 minutos fueron imborrables: Lángara marcó cuatro goles; a los 7', a los 13', a los 21' y a los 39'.

La radio transmitía los goles de este gran desconocido para el fútbol argentino. Nadie sabía quién era este nuevo ídolo que humillaba al poderoso River que tenía a jugadores de la talla de Minella, Moreno, Pedernera y Peucelle, un gérmen de lo que sería 'La Máquina'.
No había marcha atrás, esa tarde todos los españoles, perseguidos, republicanos y anarquistas, sintieron que Isidro Lángara era un motivo de orgullo antifascista y se encariñaron para siempre con la camiseta roja y azul de San Lorenzo.
En total, el vasco hizo 110 goles para el equipo de Boedo, en 198 partidos hasta 1943. Es el séptimo goleador de la historia del club.

El 'Gasómetro' revienta de gente, el fondo de River Plate no entiende nada: ¿de dónde salió este grande? Es Isidro Lángara: del barco que lo trajo de México, directo al corazón de San Lorenzo de Almagro.

Su historia
Nacido en Pasaia, unos kilómetros al este de Donosti (Guipúzcoa), el 25 de mayo de 1912. Isidro Lángara brilló con toda su intensidad en el fútbol estatal de los años '30. Había comenzado en modestos equipos de su Euskal Herria natal, como el "Siempre Adelante de Pasaia", el Andoain y, finalmente, el Tolosa CF. A los 18 años, en 1930, firmó para el Real Oviedo, con el que triunfaría hasta erigirse como uno de los jugadores más importantes de su historia. Fue 'Pichichi' en las Ligas de 1934 (27 tantos), 1935 (26) y 1936 (27). Sus descollantes actuaciones con la casaca azul del Oviedo, lo llevaron a ser seleccionado para jugar el Mundial Italia' 34. Su promedio de gol con la Selección Española es impresionante: 17 en 11 partidos.
Su era dorada con Oviedo se cortó de manera dramática en julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil. En esa primera etapa con el Oviedo Lángara jugó 220 partidos oficiales y marcó 281 goles.
Durante el conflicto, Lángara combatió en el bando republicano. En 1937 se enroló en la Selección de Euskal Herria, el equipo nacional creado por el Gobierno Vasco para recaudar dinero en Europa para los refugiados vascos y realizar propaganda en favor del Gobierno Vasco y la República. En la Euskal Selekzioa coincidió con muchos de los mejores futbolistas vascos de la época como Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza o Txato Iraragorri. El Euzkadi brilló en su gira europea, pero tras caer Bilbao en manos franquistas la Selección partió hacia América para proseguir su derrotero, pasando por Cuba, México y Argentina.
Finalmente esta Euskal Selekzioa se afincó en México, donde jugó la Liga Mayor de 1938/39 con el nombre de Club Deportivo Euzkadi. Fue la selección del torneo azteca y terminaron en el segundo puesto. En abril de 1939 finalizó la guerra con la derrota republicana y la Selección de Euskal Herria se disolvió. Varios volvieron a Euskal Herria pero Lángara optó por salvar su vida, seguir exiliado y buscar equipo en Argentina, donde su ex compañero y amigo Zubieta lo esperaba en San Lorenzo de Almagro.
En 1942 San Lorenzo viajó a México, donde disputó diez partidos. El equipo azulgrana marcó 42 goles, 23 de los cuales fueron del querido Lángara. Y se quedó. En 1943, año del comienzo de la Liga profesional mexicana, fue contratado por el Real Club España. Lángara hizo 27 goles en su primer temporada, el siguiente año marcó 38 goles y un año después 40. En México fue dos veces goleador (1944 y 1946) y ganó una Liga y una Copa.
En 1946 puso fin a su exilio y volvió a España, donde jugó nuevamente para el Real Oviedo. Fueron dos temporadas en las que jugó en 29 partidos; marcó 23 goles.
Retornó a México, donde dejó el fútbol y se quedó a vivir allí. Entre 1950 y 1951 se dirigió a Unión Española de Chile y luego fue DT el Puebla (México), con el que conquistó la Copa México en 1953. En 1955 fue entrenador de San Lorenzo de Almagro. El 21 de agosto de 1992 murió Andoain, en su amada Euskal Herria.

A 70 años de su llegada victoriosa a la Argentina, el fútbol lo recuerda y San Lorenzo de Almagro lo tienen en su galería de futbolistas inolvidables.

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