
Unas 7.000 personas se manifestaron por las calles de Malmö contra el partido de tenis de copa Davis entre Suecia y el régimen terrorista de Israel.
La idea inicial era impedir la realización del partido, idea que cobró cuerpo entre muchos colectivos activistas del sur de Suecia y la cercana Dinamarca. Esto llevó a las autoridades suecas a decidir que el partido se realice sin espectadores.
Aún así los colectivos continuaban preparando acciones para impedir la realización del partido, pero la intromisión del Partido de Izquierda sueco (equivalente a la IU española), suavizó los objetivos de la acción.
Finalmente decidieron que se iba a realizar una manifestación por las calles acordadas con la policía, y que iba a terminar a más de cien metros del estadio, en un parque.
La marcha partió sobre las 12 del mediodía, con el reformista líder del Partido de Izquierda, Lars Ohly, a la cabeza y llegó al Pildamms parken a las 13.20. Pero ya a las 13.40, activistas disconformes con la decisión de la mayoría socialdemócrata comenzaron a atacar al impresionante cortejo policial, especialmente a los secretas que provocaban permanentemente, pinchando los neumáticos de varias patrullas y arrojando bombas de pintura.
Unos 600 manifestantes intentaron continuar el avance hacia el estadio, a pesar del "servicio de orden" de los organizadores, que cumplía funciones policiales. Ante la decidida actitud de los activistas, la policía reemplazó al servicio de orden e intentó rodear a los inconformes, con perros y furgonas, cosa que no consiguieron.
El grupo de anticapitalistas consiguió llegar hasta el estadio, en el vídeo se ven imágenes impresionantes, como cuando un policía desenfunda su pistola ante la intensidad de los ataques populares.
Los disturbios continuaron hasta las 17hs. Policías de civil detuvieron a activistas que intentaban subir al techo del estadio. En una plaza cercana, Dalaplan, las furgonas rodearon a 100 manifestantes y detuvieron a varias decenas. En otra de las calles que llegan al estadio, la John Ericsson, 50 personas fueron rodeadas.
Finalmente la superioridad numérica de la policía se impuso y detuvieron a cerca de 100 activistas.
Mientras tanto la manifestación "oficial" continuó con música y discursos en el lugar acordado con los represores. Desde el escenario se hacían "llamados a la calma". El portavoz de la policía agradeció al servicio de orden socialdemócrata la gran ayuda prestada, y alabó su actuación.
El bloque anticapitalista llevaba una pancarta con el texto "Nosotros decidimos", banderas rojinegras y carteles apoyando la lucha palestina.
Por su lado, la izquierda y la prensa burguesa suecas coinciden una vez más: echan toda la culpa de los disturbios a los anticapitalistas. Tanto los organizadores como los medios destacan el "buen hacer" de la policía y deploran la actitud de un "pequeño grupo de inadaptados", que "no cumplieron con las normas dictadas por la organización".
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