El Foro Social mostró hoy su "satisfacción" ante las garantías recibidas de fuentes sindicales de que el Gobierno regional no participará finalmente en la manifestación de esta tarde por el empleo, porque "constituía un insulto a la inteligencia de las gentes y un intento de manipulación del propio sentido de la manifestación, que no puede ser otro que el de exigir responsabilidades y cambios a los poderes públicos frente a la crisis del sistema".
La ausencia de representantes del Gobierno regional, remarcó la organización, "nos evita tener que invitarles a marcharse".
Cabe recordar que el manifiesto del Foro Social para hoy pasa por la necesidad de "superar el capitalismo y la guerra, por otro modelo económico y social". Y es que "las relaciones económicas actuales se apoyan en el beneficio monetario, a costa de lo que sea y de quien sea, en la codicia, la especulación, la corrupción y la mentira".
Estos pilares son "inherentes" al propio sistema y "han ido creando, en el ámbito mundial, una acumulación de riqueza obscena para unos pocos y el empobrecimiento lacerante de la mayoría de la población mundial. La crisis actual es la consecuencia necesaria del latrocinio que practica el sistema. Este modelo de crecimiento es el de un cáncer maligno que acabará con la 'criatura'".
La crisis capitalista internacional se expresa en varios planos: es una crisis alimentaria, financiera, económica, climática, energética, migratoria. Por tanto, es una crisis de civilización, provocada por un capitalismo que no tiene salida dentro de este sistema.
Sistema que se rige por la explotación, la competencia exacerbada, la promoción del interés privado individual en detrimento del colectivo y la acumulación frenética de riqueza por un puñado de acaudalados. "Este sistema genera, además, guerras sangrientas, alimenta la xenofobia, el racismo y los extremismos religiosos, agudiza la opresión de las mujeres e incrementa la criminalización de los movimientos sociales", denuncian.
Además, la reciente y salvaje agresión del gobierno isaraelí contra el Pueblo Palestino, violando el derecho internacional, "constituye un crimen de guerra, contra la humanidad y un símbolo de la brutal agresión que se ceba también sobre otros pueblos del mundo. Esta vergonzosa impunidad debe terminar", aseveró.
La crisis capitalista en la Región
Dentro de ese contexto, la situación económica de la Región de Murcia, que ha basado su modelo económico en los pasados años en el crecimiento exponencial de la construcción estrechamente ligada a la corrupción y a la destrucción del medioambiente, en la economía sumergida y en una política de bajos salarios y empleo precario, "nos muestra que el paro en la Región se ha incrementado en un 97 por ciento en el último año, afectando a más de 115.000 personas, muchas de ellas, inmigrantes, con una tasa del 16 por ciento de la población activa regional".
La Región ha registrado un 333 por ciento más de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que en 2007, centrado, sobre todo, en las pymes, "que sufren un fuerte estrangulamiento financiero".
La renta salarial de los trabajadores y las trabajadoras de Murcia ha caído en un 2 por ciento y se prevé que caerá, a lo largo de este año, hasta un 3 por ciento. La construcción ha caído en picado, mientras que el Indice de Producción Industrial ha decrecido un 26 por ciento en el pasado mes de noviembre de 2008.
Las hipotecas han subido por encima de los 900 euros anuales, mientras que la morosidad crece, ya que la bajada de los tipos de interés no llega a todo el mundo. No hay sectores alternativos a la construcción e industrias auxiliares. Tenemos miles de mileuristas, aunque cada vez son menos debido al paro, y un tejido laboral y social muy frágil, en el que aflora también la 'economía sumergida'.
"Se ha producido un estrangulamiento del sector público, empezando por los Ayuntamientos y se resienten las prestaciones sociales y los gastos en Educación y Sanidad", denuncian.
Alternativas globales
Para hacer frente a la crisis es preciso ir a la raíz de los problemas y avanzar lo más rápidamente posible hacia la construcción de una alternativa superadora de este modelo capitalista depredador.
"Es preciso construir una sociedad basada en la satisfacción de las necesidades sociales, en el respeto a la Naturaleza y que profundice en los derechos sociales, civiles, políticos y culturales. Un nuevo modelo, que, impulsado por la más amplia movilización social posible, apueste por el establecimiento inmediato de una Banca Pública que gestione los dineros públicos destinados a la financiación de personas y empresas, y la posterior nacionalización de la Banca privada, sin indemnización y bajo control social, para que la economía quede al servicio de las personas y los pueblos", aconsejan.
Una Reforma Fiscal mucho más progresiva que grave las grandes fortunas y expropie los bienes y capitales amasados por corrupción. Así como garantizar un trabajo y unas condiciones laborales dignas para trabajadores y trabajadoras. "No se debe aprobar ningún ERE a empresas con beneficios. Exigimos la implantación de una Renta Básica de Ciudadanía que garantice una subsistencia digna a las personas en paro".
Medidas que garanticen la soberanía alimentaria y energética de todos los Pueblos del planeta. Además del fin de las guerras, retirada de las tropas de ocupación y desmantelamiento de las bases militares extranjeras.
La ampliación de los servicios públicos, "basta ya del saqueo de la sanidad, la educación, el territorio, los servicios sociales, el agua". Las privatizaciones han provocado un deterioro grave de los Servicios Públicos y han generado precariedad laboral y salarial, por eso, apuntaron, "exigimos la reversión de los servicios públicos ya privatizados".
Garantías del derecho a la tierra, a la vivienda, al territorio, al trabajo, a la educación y a la salud para toda la población del planeta. "Luchamos por que la vivienda deje de ser un bien de inversión especulativa y retome su función social de alojamiento: por un cambio de modelo social de la vivienda en propiedad a la vivienda pública en alquiler, terminando definitivamente con la locura insostenible del ladrillo".
También "exigimos la igualdad efectiva de derechos y oportunidades de todas las personas, sea cual sea su origen, cultura, nacionalidad, religión o sexo. No hay personas de segunda categoría".
"El desafío, hoy, de los movimientos sociales es lograr la convergencia de las movilizaciones globales (a escala planetaria) y a escala local y reforzar nuestra capacidad de acción favoreciendo el encuentro con todos los colectivos organizados que buscan resistir todas las formas de opresión y explotación", concluyó el manifiesto.
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