Cuando un equipo sabe que tiene que ganar, sabe que si falla se descuelga, que los demás compañeros de viaje han solucionado sus encuentros con victorias y que no tiene excusas de ningún tipo, es entonces cuando se ve si tiene madera o no, y ayer el Ciudad dejó patente a lo largo y ancho del encuentro que tiene uno de los mejores equipos que hay, primero porque la columna vertebral del conjunto funciona como un reloj suizo, y sobre todo porque los recién llegados le han dado ese plus que los rojinegros no tenían.
Sobre todo el delantero gallego Gustavo Sousa le proporciona dinamita en la parte de arriba, y aunque ayer el Lanzarote llegó a empatar, lo cierto es que se palpaba en el ambiente por las jugadas que los discípulos de Beto Bianchi realizaban en el campo que los goles llegarían tarde o temprano. Y así fue en la segunda mitad, donde el Ciudad no dejó de hacer sangre y aprovechar la hemorragia que el Lanzarote tenía en las dos bandas.
En los primeros compases ya se vio que Abel Segovia quiere el balón para salir jugándolo desde la primera línea del equipo, el medio centro canalizaba y aunque por momentos el juego era muy horizontal, lo cierto es que las subidas de Martín Ortega y Félix Prieto hacían mucho daño a un Lanzarote que defendía con diez.
Festival ofensivo
El primer gol llegaría en el minuto 30, en una acción propia de delantero, balón flotante de Aitor a la línea defensiva del conjunto canario, y Gustavo Sousa se anticipa a los dos centrales y suelta una andanada que ajustada al palo corto hace inútil la estirada de Miguel. Cuando tan solo habían pasado treinta segundos del gol, llego la acción mas bonita del encuentro, Gustavo Sousa se va de su par, se mete en el área se escora, y allí suelta un taconazo que deja a Aitor solo, el capitán del Ciudad remata y estrella el balón en el palo.
Eran los mejores minutos del equipo rojinegro, pero lo que es el fútbol, una acción por banda derecha con centro al área de los visitantes, Vladimir salta entre los dos centrales locales y el colegiado señala penalti por empujón, Jonathan Torres lo transforma y con el empate a uno se llega al final de los primeros 45 minutos.
En el descanso, Beto sacó al delantero francés Aid Slimane por un centrocampista como Manolo y jugó con tres puntas claros. En el 56 Vladimir, por hacer una falta sobre Aitor, veía la segunda amarilla y era expulsado. Eso hizo que el encuentro fuera un monólogo local, con subidas por banda con ventaja que hacía que el Lanzarote sólo defendiese.
Diez minutos más tarde, saque de esquina que lanza Félix Prieto, allí despeja la zaga visitante que deja en la frontal del área el esférico, Juan Carlos sin pensárselo envía un disparo raso y ajustado al palo izquierdo, que describiendo una media luna abierta se cuela en las mallas.
Con el 2-1 todo fue coser y cantar, el dominio marcando los tiempos, y haciendo que el conjunto insular se desgastase hasta no poder más, las bandas eran heridas mortales para el Lanzarote, que en el 73 veía como Félix Prieto los deja a todos en evidencia, apura hasta la línea de fondo y centra al área donde Gustavo Sousa hace el 3-1.
Aunque Aitor en el 82 era expulsado, todo estaba visto para sentencia y en el 92 se terminó de consumar la goleada, de nuevo subida como un meteorito por banda derecha de Aid Slimane y Martín Ortega marca a placer.
FICHA TÉCNICA
Ciudad de Murcia: Zapata, Joaquín, Alcántara, Mikel Méndez, Juan Carlos, Abel Segovia (Iker Rodellar m-75), Aitor, Manolo (Aid Slimane m-46), Félix Prieto, Martín Ortega y Gustavo Sousa (Javi Chino m-90).
Lanzarote: Miguel, Ángel Gil, Ayoze (Toñito m-70), Jotha, Francis (Fran m-63), Noe, Jonathan Torres, Vladimir, Maciot, Adrián Martín y Rubén.
Goles: 1-0, minuto 30: Gustavo Sousa. 1-1, minuto 37: Jonathan Torres, de penalti. 2-1, minuto 66: Juan Carlos. 3-1, minuto 73, Gustavo Sousa . 4-1, minuto 92, Martín Ortega.
Árbitro: Méndez Caballero. Amarillas a Félix Prieto, Aitor (dos veces, por lo que fue expulsado en el minuto 82), Francis, Jonathan Torres, Rubén y Vladimir (dos veces, por lo que fue expulsado en el minuto 56).
El campo: Juan Cayuela de Totana. Unos 700 espectadores.
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